Viajar con un ser querido o los restos o cenizas de una mascota nunca es fácil, sin embargo, aquí hay algunas cosas que debes saber.
Lo primero y más importante es OBLIGATORIO, no todas las aerolíneas aceptan restos de personas o mascotas, consulta con tu aerolínea.
Traiga el certificado de defunción y el Permiso de disposición que recibió de la funeraria.
Revise los requisitos de la TSA en el contenedor para conocer las cenizas permitidas a través de seguridad.
Para viajar fuera de los EE. UU., debe consultar con un consulado local o un asesor de entierros antes de su vuelo.
Las cenizas se pueden colocar en una bolsa facturada y asegurarse de que esté en un contenedor que pueda ser examinado, es decir, radiografiado.
Si va a enviar restos para su entierro a otro país, existen muchas leyes sobre este proceso. Le recomendamos que hable con la morgue/funeraria sobre este tema. Están bien versados en los pasos necesarios para ayudarle con este delicado proceso.
Se requieren reservaciones anticipadas.
Los envíos funerarios deben empacarse en un ataúd y bandeja de aire aceptables o en una unidad combinada.
Todos los envíos deben cumplir con todas las regulaciones locales, estatales, federales e internacionales aplicables. La documentación, como un certificado de defunción, un permiso de entierro o un permiso de remoción de entierro, debe acompañar a los envíos funerarios, según lo exigen las leyes locales, estatales, federales o internacionales aplicables.
Antes de la fecha de viaje, los agentes del aeropuerto también pueden consultar con la TSA para determinar si su contenedor puede pasar por seguridad o si será necesario revisarlo. ¡Gran recurso!
Podrás llevar o colocar en tu maleta facturada los restos cremados. Se requiere un certificado de defunción o cremación. Si los lleva consigo, deben pasar por el examen de rayos X de la TSA. Si el contenedor impide que la TSA pueda ver lo que hay dentro, no se le permitirá pasar el control de seguridad. La TSA sugiere que compre un contenedor crematorio temporal o permanente de un material más liviano, como madera o plástico, que pueda someterse a rayos X fácilmente. ¡¡La TSA no puede abrir el contenedor bajo ninguna circunstancia!!
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